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ARCO 2005

Fiel a su cita anual, ARCO abrió sus puertas el pasado lunes con una performance impactante a cargo de ETA. Un coche cargado con 30 kilos de no-sé-qué sustancia explosiva que sirvió para dar la bienvenida a SS.MM los Reyes de España y al Presidente de Méjico y su señora.

Hace tiempo que el arte dejo de ser arte para convertirse en un negocio bastante lucrativo. Como tal, nada, ni una simple bombita, puede parar la máquina de hacer dinero. Y en ARCO se maneja mucha pasta.

Con Méjico como país invitado, más de 2000 artistas venidos de todos los rincones del mundo, y más de 270 galerías españolas y extranjeras, esta nueva edición de ARCO abrió sus puertas con un claro objetivo: superar el éxito de las anteriores en todos los sentidos.

Si de lo que se trata es de conseguir que cada año acuda más y más gente, y que en cada nueva edición se supere la cifra de ventas de la precedente, entonces esta claro que ARCO 2005 ha sido una vez más un auténtico éxito.

Pero si por otro lado valoramos, no solo la calidad de las obras, que puede ser más o menos cuestionable, y hasta en algunos casos inexistente; si no la capacidad de la feria para atraer y crear un nuevo público, abriendo y diversificando las propuestas para que éstas estén al alcance no solo de los más entendidos, entonces tendremos que decir que ARCO, una vez más ha vuelto a fracasar.

Y es que al fin y al cabo, ARCO no deja de ser una feria, y como tal, el principal objetivo es el de la venta…aunque los organizadores se empeñen en enmascarar el evento con un aire cultural que pocas veces se da.

Que las nuevas tecnologías están transformando el modo de crear de los artistas, es una realidad incuestionable.

La proliferación de tendencias emergentes y nuevas disciplinas como el Net Art, no han hecho si no revolucionar aún más el mundo del arte contemporáneo, ofreciendo nuevos campos por explorar a los artistas más modernos.

Lógicamente el modo de consumir el arte también ha sufrido ciertas mutaciones. Ahora el espectador ya no es una parte pasiva, porque buena parte de las nuevas creaciones hacen de la interactividad su principal razón de ser.

Si a esto unimos el creciente interés entre la gente por consumir arte realizado por sus contemporáneos, y el escaso interés institucional para que este llegue a ser comprendido y asimilado por el gran público, el futuro es cuanto menos confuso.

En fin, que ARCO, el punto de encuentro artístico y de mercado, y el evento multicultural más importante de cuantos se celebran en nuestro país, a la vez que uno de los más reconocidos en toda Europa, cerró una nueva edición, dejándonos la habitual sensación de incomprensión generalizada…