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Chuck Norris - Parte I
Su auténtico nombre es Carlos Ray Norris, pero todos le conocen como Chuck Norris. Y aunque sus dotes como actor son más que limitadas, en Josdeputa no nos avergonzamos al reconocer que crecimos viendo sus películas.
Por formar parte de nuestra más tierna infancia, creemos que este homenaje está más que justificado. ¿No os parece?
Y es que actores peleones hay muchos, pero ninguno con el rudo aspecto del bueno de Chuck. Ese torso peludo; esos rasgos simiescos; esa cara impertérrita; esa incapacidad para mostrar el más leve sentimiento; esa manera de eliminar jodidos amarillos sin pestañear; esa capacidad en la lucha cuerpo a cuerpo; ese perfecto manejo de todo tipo de armas En definitiva, son tantos los argumentos que podríamos esgrimir en defensa de este homenaje, que creemos que a estas alturas todos estaréis convencidos de que él se lo merece.
Para entender como un tipo del montón, feucho, bajito, y con pinta de paleto, se ha convertido en una de las figuras más reconocidas de los videoclubes de barrio, tendremos que dar un salto al pasado, concretamente a su juventud. Después de su graduación, a finales de los 50, Norris dio un paso definitivo que le iba a marcar para el resto de su vida: se alistó en las Fuerzas Aéreas. Allí mantuvo su primer contacto el Karate durante su estancia en Osan, Corea.
El octogenario Sargento Smith así lo atestigua: "Sí, Chuck era un buen chico, de esos que ya no quedan. Siempre dispuesto a todo. Chuck era así un poco peludo, pero buen chico, un buen chico".
Su compañero de habitación durante su estancia en Osan, Michael Witchwood Sr va más allá: "Chuck!!!, claro, el bueno de Chuck. Que tío oye, que buena gente. Si, muy buena gente. Como repartía hostias, que forma de adoctrinar jodidos coreanos. Hombres como él han hecho grande a nuestro país. Si señor".
Ávido por conocer la cultura de aquella peculiar y pálida gente, Chucky aprovechó su estancia en tierras coreanas para aprender artes marciales. Primero fue instruido en Tang Soo Do con el maestro coreano Chul Shin. "Estos estudios cambiaron mi perspectiva de la vida" recuerda Norris.
En 1962 regresa a casa poseyendo ya el cinturón negro. Dos años más tarde empieza a trabajar como profesor de artes marciales dando clases a actores de la talla de Steve McQueen. Este hecho es fundamental, y luego sabréis por qué
Norris además también es cinturón negro en Tang Soo Do y Tae Kwan Do, ambos estilos de lucha coreanos. Y esto sigue, porque esta familiarizado con todos los estilos de arte marcial que podáis imaginar. Y yo me pregunto, ¿si los de ojos rasgados le enseñaron todo esto, por qué muestra tanta saña con ellos en sus abominables películas?.
En fin, retomemos la historia. Con 34 años de edad, Norris tenia 32 escuelas de Karate, y había sido campeón durante 6 años. Vamos, que la monotonía llegó a su vida. Necesitaba un cambio, y el cine le abrió las puertas .
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