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Políticas Gastronómicas

Se cumplen seis meses de la llegada del nuevo gobierno, una extraña y engañosa calma invade las calles de este país, seis meses sin pancartas y marionetas en las calles, ¿que ha cambiado en estos seis meses? Nuestro ejército sigue a las ordenes del Señor de la Guerra (George W. Bush) esta vez en Afganistán, trabajando codo con codo con los asesinos de José Couso, con los torturadotes de la cárcel Abu Ghraib, sin embargo, las marionetas han sido guardadas y las pancartas también.

Se han conseguido los objetivos, el Gran Wyoming ya tiene programa en televisión española, el precio de los pisos está por los suelos, ya todo el mundo puede acceder a una vivienda digna por un precio razonable, el interés de las hipotecas ha bajado enormemente, a día de hoy quien no tenga un piso es por que no quiere, el plan de choque del gobierno ha sido todo un éxito... ahora, todo esta bien.

La familia Bardem ya no grita, la última vez que ví a Pilar Bardem fue en mi barrio, dos días antes un puñado de ratas islámicas habían decidido partirse el pecho con dinamita en el corazón de uno de los mayores barrios obreros del sur de Madrid, más de veinte humildes familias obreras se quedaron sin casa pero con hipoteca, decidieron manifestarse en contra del terrorismo tres días después, sin embargo, un día antes, el alcalde de Leganés, el socialista José Luis Pérez Raez, les dió la espalda y montó un buen show por la calles de Leganés acompañado de Pilar Bardem, junto a las marionetas gritonas se veían banderas de cuba y el che y pancartas que gritaban "Por la Paz, No a la Guerra", ninguna alusión al terrorismo y a las victimas de Leganés, a día de hoy las familias obreras afectadas intentan reconstruir sus pisos como pueden, por supuesto, sin el apoyo del ayuntamiento, sin embargo, Pilar Bardem, defensora de la clase obrera, no ha aparecido por las puertas del ayuntamiento a defender a estas pobres gentes, base de la España roja que ella abandera, ¿por qué no lo ha hecho? ¿se han conseguido ya los objetivos y se han perdido los ideales?.... Pilar Bardem, mala perra.

En la teoría, el deber último del político es trabajar por y para los ciudadanos, pero en la practica vemos que no es así, su única finalidad es aumentar el patrimonio, disfrutar del dinero en caja, dinero de todos.

Es tradicional en España practicar la conocida política del caracol, ver a los ciudadanos cómo un buen plato de caracoles a los que se les comienza comiendo la cabeza para posteriormente absorberles del todo.

Ante está practica gastronómica el ciudadano debe defenderse, evitar el saqueo, el hurto, obligar al cambio de políticas, pasar de la conocida política del caracol, a la política del toro, es decir, en lugar de que nos absorban la cabeza que comiencen por comernos el rabo.